Es una técnica adoptada para extraer en un tiempo prolongado todas las sustancias activas, sobre todo las que pueden alterarse con facilidad a temperaturas elevadas. De hecho, se vierte la sustancia vegetal desmenuzada y majada en el agua a temperatura ambiente. Se deja en reposo durante uno o más días (incluso un mes) en función de las especies utilizadas.
Durante todo este tiempo hay que ir agitando periódicamente la mezcla. Por último, se cuela con cuidado apretando los vegetales macerados.